Los investigadores de la Universidad de Tomsk en Rusia concluyen que los unicornios si existieron durante algún tiempo en el pasado. Sin embargo, no nos dejemos llevar por las descripciones literarias presentadas anteriormente. No eran equinos esbeltos, blancos, perfectos y hermosos, como se describía en los cuentos de hadas y fábulas, dicen los científicos. Se parecían más bien a enormes osos deformes. Los científicos de dicha universidad lograron encontrar el cráneo de un unicornio siberiano (Elasmotherium sibiricum), puedes verlo en la imagen debajo. Gracias a este fragmento del cuerpo del unicornio, los científicos lograron establecer que convivió con el ser humano y zanjar la teoría que decía que murió más de 350 años atrás. Por si fuera poco, a partir de este cráneo simularon la apariencia auténtica del animal.
Este unicornio fue encontrado en la región de Pavlodar, en Kazajstán, y probablemente medía más de dos metros de altura y cuatro metros de longitud. Su cuerpo estaba cubierto con pelo y en su frente tenía un cuerno enorme. El cuerno en sí podía llegar incluso a los dos metros. Los paleontólogos precisaron a partir de los restos encontrados que se trataba de un macho adulto que probablemente vagaba por las llanuras del norte de Kazajstán. A partir de pruebas de carbono se estableció que murió hace 29 mil años y esto significa que convivió con la raza humana durante algún tiempo.
“Lo más probable es que el sur de Siberia Occidental fuera como un refugio donde este animal vivió mucho más tiempo en comparación con el resto de su especie”, comenta Andrey Shpanski, un paleontólogo de la Universidad Estatal de Tomsk. Añade: “también existe la posibilidad de que haya podido emigrar y habitar durante un tiempo en las zonas más al sur”. Según los especialistas, el animal habitaba las zonas del norte de Europa y Asia, a veces viajando al sur, como en el caso del ejemplar hallado en Siberia. Sin embargo, como puedes ver, el unicornio que posiblemente corrió por las praderas del Señor en su época no se parece en nada al que con tanto pietismo describieron los escritores medievales.
De todas maneras, los investigadores admiten que es muy probable que esta criatura haya sido el fundamento en los orígenes de la visión clásica del caballo con cuerno que conocemos en la actualidad. Sin embargo, parece ser que la imaginación llevó la visión demasiado lejos, ya que más que un caballo esbelto, el animal parece un rinoceronte con el cuerno dislocado. Tampoco parece uno de esos que se dejan ver sólo por vírgenes ni que cuyo cuerno pueda curar enfermedades.
Artículo extraído de: ParaLosCuriosos
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