Conoce los signos que podrían indicar que has contraído VIH o SIDA


El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es el causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida, más conocido como SIDA. El SIDA es una de las epidemias más grande en todo el mundo que afecta la vida de millones de personas. El contagio de este virus es sólo a través de fluidos corporales como la sangre, el semen, el flujo vaginal, la leche materna, el líquido amniótico, entre otros. Las tres principales formas de contagio son:

De forma sexual por tener relaciones sin protección.
De forma sanguínea: a través del uso de jeringas contaminadas o por transfusiones de sangre.
De forma perinatal: es una transmisión de madre a hijo. En países con sistemas de salud avanzados, esta forma de contagio vertical puede ser controlada desde los inicios del embarazo.
Entre el 40% y el 90% de las personas que contrajeron VIH, manifiestan haber experimentado síntomas gripales unos dos meses después, aproximadamente, de haber contraído el virus. Sin embargo, en la minoría de los casos, el VIH puede no presentar síntomas inmediatos y tardarse varios meses más. Se han conocido casos donde la infección comenzó a manifestarse una década después de ser contraída.

 Para ayudarlos a conocer los síntomas más comunes y para que no sean confundidos con una enfermedad menor, hoy les realizamos una lista con las reacciones más comunes cuando el VIH se instala en el organismo. Conócelos y, ante la mínima sospecha, no dudes en realizarte los estudios correspondientes.
Signos que pueden indicar una infección con VIH.
Recuerda que tu organismo comenzará a afectarse de forma general, por lo que no sólo presentarás un síntoma, sino la mayoría de ellos a la vez.

Tos seca: Según las estadísticas este es el primer síntoma que aparece.
Fiebre: La fiebre será algo constante, presentándose leve pero ininterrumpidamente; alrededor de los 38º C.
Cansancio: El sistema inmune responde al virus a través de una reacción inflamatoria, lo que se traduce a una fatiga constante.
Dolor articular: Lo mismo sucede con las articulaciones. El organismo inflamado produce dolor, rigidez y molestias en las articulaciones de todo el cuerpo.
Vómitos y diarrea: El 40% de los infestados presentan desarreglos gastrointestinales durante las etapas iniciales de la enfermedad.
Erupciones cutáneas: La piel presenta ampollas y llagas que supuran líquido, en todo el cuerpo.
Sudoración: La sudoración nocturna es un síntoma presente en el 60% de los casos de VIH durante las primeras fases de la enfermedad.
Infecciones por levaduras: Especialmente la cándida suele atacar la boca y alrededores durante fases más avanzadas de la enfermedad.
Problemas cognitivos: La confusión o la falta de concentración están relacionados con el VIH.
Cefaleas: Las cefaleas tensionales y los dolores o ardores frecuentes de garganta pueden ser signos de esta enfermedad.
Herpes: Las personas con VIH son más propensas a sufrir infecciones por los virus que causan herpes labial o genital. Suelen presentar brotes más seguidos, suelen ser más serios y durar mucho más que lo normal. El contagio es de persona a persona a través del contacto con zonas infectadas.
Neumonía: En etapas más avanzadas, cuando el sistema inmunológico ya se encuentra bastante debilitado, es más fácil de contraer neumonía.
Hormigueo: También en etapas donde la enfermedad ya ha avanzado, el paciente puede presentar hormigueo prolongado y mucha debilidad en manos y pies.
Problemas menstruales: En etapas posteriores, la infección provoca ciclos menstruales irregulares o intermitentes. También puede presentarse una baja en la cantidad de menstruación.
Pérdida abrupta de peso: En etapas avanzadas, el cuerpo comienza a debilitarse y no puede ganar peso; por el contrario, lo pierde con facilidad.
Ojalá esta información tan importante se pueda difundir. Compártelo con tus amigos y seres queridos, de seguro ellos te lo agradecerán.

Un artículo extraído de: Denerus
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